Cada siglo tiene sus problemas...
El dilema de la actualidad es nuestra forma de ver la vida, la creación mental que se ha formado civilización tras civilización, una tras otra con sus propias formas de pensamiento, sus propios valores, su tecnología, sistema político y de educación, todas pusieron su grano de arena para crear lo que vemos y pensamos hoy, literalmente el que estés leyendo este artículo es gracias a incontables guerras alrededor del mundo, tratos, descubrimientos, revoluciones, errores, victorias, secretos y manipulaciones, entre otras cosas bellas que quizá en otro momento valga la pena mencionar.
Así que es fácil entender que nuestra sociedad actual este llena de desperfectos que serían fácilmente resolubles si toda la humanidad supiera como funciona la naturaleza en su más básica expresión, estoy hablando de las leyes fundamentales que explica la física, así es, con física podemos cambiar la sociedad, básicamente "la física explica las propiedades de la materia y de la energía y establece las leyes que explican los fenómenos naturales" (google), por tanto si observamos la naturaleza podremos darnos cuenta de cómo deberíamos actuar y pensar.
Y es que debemos reflexionar mucho sobre nuestra naturaleza, porque aún afecta a nuestro cerebro esa parte animal que tenemos, es por este primitivo yo, que sentimos terror sobre cosas que aún no han ocurrido, es por esa mente animal que cometemos los actos más estúpidos que nuestra normativa actual catalogaría como tal; pero no es por la existencia de esta parte instintiva que cometemos las mayores equivocaciones, es debido a que nuestro sistema de pensamiento/razonamiento no ha evolucionado igual de rápido que nuestra tecnología. Debido a la capacidad creatividad e intelectual de varios superhumanos, nuestros avances en el campo de la tecnología dan pasos agigantados, pero existe un problema con esto, mientras algunos humanos están colaborando para crear un segundo hogar en otro planeta, otros están haciendo sus casas con basura al lado de un río que ahora es un caño, por tanto somos aún un mono al que se le entregó la capacidad de crear una bomba nuclear, que no dudara en tirársela al primero que quiera quitarle su banana.
Como toda especie hace con sus crías, debemos enseñarle a los niños a sobrevivir, a ser humanos, pero ¿acaso alguien sabe cómo sobrevivir a esta selva fría y cambiante?, ¿alguna persona puede enseñarle a otro la mejor manera de buscar comida, como lo hacen los osos, o el mejor camino para recorrer como lo haría un elefante con su cría? nos hemos salido del contexto natural del humano como parte de este mundo, somos víctimas de la única cualidad que nos permitió sobrevivir a garras y colmillos, nuestro cerebro.
Es cierto que ya no podemos compararnos con los animales como sí pudo haber sido válido hace unos miles de años, pero no significa que no hagamos parte del mismo ciclo perfecto del que la naturaleza es protagonista; quizá no emigremos como lo hacen las aves en invierno, pero no significa que no respiremos el mismo aire por el que ellas se deslizan a diario, quizá no tenemos que atravesar kilómetros para conseguir comida o reproducirnos como las ballenas, pero si disfrutamos de la misma agua, entonces ¿porque nuestra propia evolución también es la causa de nuestra extinción?, ¿qué salió mal?, la respuesta es sencilla, nos creímos los dueños del mundo.
Nuestros antepasados estaban a merced de la Pachamama, y la adoraban de diferentes maneras, con diferentes nombres alrededor del mundo, luego nos convertimos en el depredador más grande y el equilibrio se quebró, ahora todo lo que estaba a la vista del humano era o podía ser de su posesión, nos dijeron que un fulano nombró a cada bestia en todos los rincones del planeta y nos creímos con el poder de explotar cada centímetro de tierra en vez de cuidarla como si fuera nuestro tesoro más preciado, nos prometieron el paraíso y buscamos crear a la fuerza uno en cada rincón del planeta, sin importar a quien tuviéramos que desplazar o asesinar, nos hablaron de pueblos elegidos y todos nos creímos con el derecho de vernos como superiores, nos dividimos como especie y nos dividimos de nuestro mundo.
Debemos aprender a utilizar a nuestro cerebro, debemos crear nuestro propio sistema de pensamiento, como especie, no como países, no como religiones, ni razas, dejemos eso a un lado; no me refiero a que no tengamos pensamientos y creencias individuales, me refiero a que tengamos la misma conciencia como especie humana, que hace parte de un mundo que es su padre y madre y es quien le brinda todo para que pueda subsistir. Mientras unos pocos puedan manejar masas enteras de personas con noticias falsas en redes, mientras la humanidad siga teniendo discusiones infinitas sobre qué tipo de corriente política nos va a sacar de la miseria, o mucho peor, que político lo hará, estamos acabando poco a poco con nuestra propia existencia.
Jamás vamos a encontrar ese hito tan anhelado de la humanidad en donde todos los seres humanos viven en condiciones dignas si seguimos actuando como si nuestro sistema estuviera bien y permitimos que nos usen como carne de cañón; es cierto que se nos salió de las manos nuestra propia evolución, los que tienen poder de cualquier tipo lo usan para hacer infinitas barbaries y les digo algo, no tienen la culpa; no tienen la culpa porque son bestias, son vulgares simios que obtuvieron reservas de bananas muy grandes y harán lo que sea para cuidarlas, son tan celosos con sus tierras, naciones y con su raza, como lo sería un buitre con la carroña que logra obtener de un cuerpo en proceso de descomposición. No piensan como los seres humanos evolucionados que somos, capaces de hacer bien a todos, sino como viles perros peleando por un pedazo de carne, de hecho hasta los animales saben cuándo parar, no asesinan por gusto, no comen más de lo que necesitan, no destruyen por placer, no asesinan por arte, no secuestran y violan a otros porque pueden, no, eso es exclusivamente humano.
A decir verdad los humanos que creen que robar los recursos naturales y acumular riqueza pasando por encima de los derechos de los seres vivos está "bien" o es justo, no pueden ser comparados con los actos de ningún animal en esta tierra, están en otro nivel de bajeza, pues los animales viven en armonía con todo lo que les rodea, hay un perfecto equilibrio en su mundo del que ya no hacemos parte. Debemos empezar a crear y actuar, pensando en vivir en comunión con todas las millones y millones de vidas que como nosotros también son hijos de esta tierra, ya no aplica la ley del más fuerte ni la ley de la selva en el ser humano.
Ahora se trata de ser los protectores de este mundo, de generar un sistema que nos permita avanzar como especie; no más políticas extractivistas de países que desangran a otros para su bien, no más guerras entre hermanos, quitémonos ese pensamiento retorcido que nos dejaron nuestros antepasados y volquemos la mirada al presente, dejemos de pensar en diferencias y busquemos lo que nos hace iguales, busquemos ayudar a los otros y avanzar todos juntos y no a destruirnos y asesinar para conseguir lo que queremos, no somos salvajes irracionales con tecnología, somos humanos pensantes.
Imagen por Alexandra Ball
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